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Recursos Humanos, Ubicación 2

Pasarán, pasarán y algunos quedarán. Papel de la educación frente a las demandas laborales. Por la Dra. Ana Lamas.

Es un dato conocido que los nuevos trabajos vinculados con la tecnología y el conocimiento conviven con la pérdida de otros. Acontece en este país y en otras latitudes dentro del mundo globalizado. A propósito del tema viene a mi memoria, la frase “Pasará… pasará, pero el último quedará” que repetía con mis amigos en el juego infantil Martín Pescador. Hoy asoma como una metáfora del mundo laboral actual, en donde todos tienen la posibilidad de entrar, unos salen y otros quedan.

¿Quiénes están preparados para quedar seleccionados? ¿Quiénes están en condiciones de asumir el desafío de adaptarse a los nuevos requerimientos laborales? ¿Quiénes se animan a emprender, en un contexto de pandemia, inflación, recesión y descontento gremial ¿Quiénes disponen de una paleta de colores y sonidos para dibujar con ojos esperanzadores, lo por- venir?

La distancia entre los que quieren llegar a la meta y los que abandonan ante el primer tropiezo, entre los exuberantemente motivados y los abúlicos, entre los que están formados y los que no, lo observo cotidianamente en la escena educativa. Pero advierto que, si bien la educación formal es necesaria; no resulta suficiente. ¿Y entonces qué más se necesita? La respuesta es simple pero no fácil de lograr, me refiero a las competencias blandas como la creatividad, la empatía, el respeto, la responsabilidad, la curiosidad, el entusiasmo, el empeño, el objetivo claro; que también se educan. Las organizaciones sociales, empresariales y gubernamentales, las demandan en la mayoría de las búsquedas laborales, sin embargo, hoy parecen un tanto ausentes en el ambiente educativo. ¿Son las instituciones educativas las que forman en ese sentido?  ¿Dónde y cómo hacer para satisfacer la nueva demanda educativo- laboral?

El escenario laboral actual, nos puede brindar pistas para quienes buscan empleo o quieren emprender y sobre todo a quienes diseñamos planes de estudio de nivel superior. Y en ese sentido una noticia auspiciosa que leí hace unos días me dio algunos indicios. En efecto, la empresa Satellogic, de origen local, dedicada a la fabricación de satélites apuesta a la expansión y a la incorporación de nuevos profesionales en el área de tecnología y economía del conocimiento. Al mismo tiempo Mercado Libre busca sumar 1200 empleados en variados cargos y las compañías de bioeconomía ya están trabajando para cubrir nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, al lado emergen otras noticias como la de Toyota que no logró cubrir los 200 puestos de trabajo cuyo requisito solo era exhibir estudios secundarios completos. Como primera conclusión me atrevo a señalar que se necesita toda la variedad de capacitaciones desde un graduado competente con el nivel obligatorio del sistema educativo hasta un profesional competente. ¿Se acabará la desocupación solo con educación? Estimo que no, es un fenómeno complejo, pero tengo la convicción de que es necesario, por no decir urgente, empezar ya en lo educativo. No resuelve el problema; ayuda.

Desde aquí podría empezar a dibujar una propuesta que nos motive a cambiar la lógica del Martín Pescador. El mercado laboral nos dice qué necesita y la educación podría hacerse cargo de tomar nota en todos los niveles educativos y adecuar el rumbo. ¿Hay ofertas temáticas de bioeconomía en la Universidad? ¿Se incluye el tema economía y finanzas en la escuela secundaria? Al lado de orientación vocacional de corte psicopedagógico ¿se incluye la orientación laboral? ¿Qué valor tienen los rituales en la escuela primaria, tienen algún aspecto formativo? ¿Qué rescatar y qué innovar?

Para quienes son educadores como yo, la impronta sería enseñar, enseñar y enseñar hasta que los estudiantes logren aprender el contenido académico, las llamadas competencias duras, que, por otra parte, cambian, se actualizan todos los días y es necesario abundar sobre ellas. Sin embargo, solo con eso no alcanza, hace falta la ejemplaridad de quien enseña, para promover a la vez, las competencias blandas como las que enunciamos. Pero también es necesario que esa ejemplaridad se manifieste con la convicción de que la educación en la libertad del pensamiento se construye con el despliegue todas las voces y con el respeto de cada una de ellas, aun cuando sean diferentes.  Y ¿cómo se aprenden? Practicando, practicando y practicando. Por eso, el verdadero viaje para descubrir a la educación no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en recuperar y descubrir nuevos ojos.

 En el variopinto horizonte laboral, pasarán el desafío los que se animen a recorrer esforzados los laberínticos y complejos senderos que se bifurcan al infinito, buscando puertas de una permanente y nueva educación, de una enseñanza y de un aprendizaje que produzca diferentes miradas que ven en el horizonte, escenarios futuros.

Ana María Lamas
Lic. en Ciencias de la Educación (UBA) y Dra. en Filosofía Y Educación con reconocimiento “Cum Laude”. Especialista en Ciencias Sociales y Educación a Distancia.
Docente y directiva en el nivel secundario y universitario. Dictó cursos y seminarios sobre su especialidad en Argentina, América y Europa. Publicó artículos en revistas científicas en el país y en el extranjero.
Escribió libros académicos y de divulgación científica referidos a educación, nuevas tecnologías, juego y trabajo. Emprendió la creación y luego la gestión de una radioeducativa escolar, movida por la percepción del poder educador de los medios de comunicación.
Ha recibido el Premio a la Excelencia Educativa otorgado por la Federación de Cámaras de Comercio del Mercosur. Actualmente es profesora en Maestrías en UCES y Directora de la Lic. en Periodismo de Universidad Maimónides

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