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Recursos Humanos, Ubicación 2

Educación y trabajo en la era de la inteligencia artificial. Por la Dra. Ana Lamas

Hace  unos días leí la versión digital de un libro que continuó dándole forma a mi idea de “resetear la educación” para asumir los trabajos del futuro. Trabajos, que no se sabe cuáles serán, pero si se sabe que no serán muchos de los actuales y que además aparecerán en el escenario otros nuevos y muy diferentes. Es probable que a esta altura el lector se pregunte ¿Cuál es el libro? ¿Qué plantea? Y por sobre todo ¿Por qué estimo que brinda un nuevo panorama educativo -“para resetear la educación” o sea,  poner a punto el funcionamiento  reiniciando el sistema. Empiezo por ofrecer algunas respuestas. Alejandro Piscitelli es el autor de Polímatas; el perfil antidisiplinario del trabajador del futuro, publicado por Santillana en el presente año (libro al que hago referencia al principio de este párrafo). Constituye un documento básico del XV Foro Latinoamericano de Educación: El trabajo y la educación en la era de la Inteligencia Artificial.

A lo largo del texto, el autor, recorre lugares históricos, revoluciones, contradicciones y perplejidades humanas. Pero me quiero centrar en el concepto “polímatas” y la forma en que se expresa  o podría expresarse en la educación y en el trabajo. El origen del término es griego y está formado por el prefijo “poli” que significa muchos y “mathos” que indica el interés por romper moldes, plantear nuevas preguntas y temas con una gran capacidad para inventar o imaginar futuros. Existieron y existen hombres y mujeres polímatas, desde hace mucho tiempo. Por ejemplo en la antigüedad,  Aristóteles, en la Edad Media  la Abadesa Hildegarda de Birgen, en los tiempos modernos Leonardo Da Vinci, en la actualidad  Bruno Latour y entre nosotros Xul Solar, por recordar unos pocos. Todos francamente humanistas, muestran su pensamiento holístico metadisciplinar[1] en dos, o más ramas de la ciencia, el arte,  la tecnología, la ficción. Tal como lo plantea Piscitelli tienen un perfil “antidisciplinario” en el sentido que no abarcan una disciplina para desplegar sus talentos, ni siquiera son trabajadores que atraviesan su mismo discurso por todas las disciplinas (transdisciplina);  viven por los bordes de las disciplinas como  “generalistas profundos” (antidisciplinares).  No es casual que David Epstein se preguntara en 2019 Por qué los generalistas triunfan en un mundo especializado.

La idea de un conocimiento global del polímata, que por momentos parece sumergirse en las aguas profundas de la filosofía, el arte, la ciencia, el humor y la imaginación, me recuerda El Banquete de Platón que en realidad se debería denominar “Simposio” como en otras lenguas.  No voy a  “spoilear” el libro. Solo anticipo  que es la reflexión que ocurre al finalizar un banquete o comida en la Grecia Antigua de unos 300 años A.C.- La conversación surfea por los “bordes”  y transcurre entre un científico médico, un literato, un humorista, el maestro polímata Sócrates quién por momentos  profundiza en temas filosóficos y “antidiciplinares”.

¿Por qué me sumo a la deliberación sobre los “polimatas” de ayer, hoy y mañana? Porque  necesitamos  capacitadores, educadores con actitudes que vayan de la mano de la visión global y humana del mundo, de la vida y del otro; que se expresan necesariamente en la empatía del encuentro, en la emocionalidad compartida “codo a codo” y con una capacidad de comunicación  superlativa multidireccional, ejemplar y reticulada. Esto es así porque quienes nos dedicamos a la educación, de ahora en más, estamos compitiendo con el complejo sistema tecnomediático incrementado por las posibilidades casi infinitas de la inteligencia artificial. Pero en la medida en que afloren todas las inteligencias múltiples humanas relacionadas con una fuerte especialización en inteligencia emocional, cada docente que abrace con pasión y convicción su quehacer;  podría ofrecer los ensamblejes tecno sociales que están esperando las nuevas generaciones y las distintas áreas del quehacer humano. No se trata de aguardar la reforma de arriba hacia abajo, algo nos convoca en el mientras tanto y es formarnos  y capacitar holísticamente, hasta tanto se desmonten las disciplinas y aparezcan en escena las micro carreras no lineales dentro de una nueva estrucutra educativa que imagino basada en las metadisciplinas, -ciencia, arte, tecnología, matemática, ingeniería- y en la formación humana.


[1] Cada disciplina académica que forma parte de un tipo de diseño curricular en educación, se distingue por tener un objeto particular de estudio y una metodología específica para producir conocimiento. Según la relación entre las disciplinas se puede hablar de interdisciplina, transdisciplina, metadisciplina y ahora con Psicitelli antidisciplina.

Ana María Lamas
Lic. en Ciencias de la Educación (UBA) y Dra. en Filosofía Y Educación con reconocimiento “Cum Laude”. Especialista en Ciencias Sociales y Educación a Distancia.
Docente y directiva en el nivel secundario y universitario. Dictó cursos y seminarios sobre su especialidad en Argentina, América y Europa. Publicó artículos en revistas científicas en el país y en el extranjero.
Escribió libros académicos y de divulgación científica referidos a educación, nuevas tecnologías, juego y trabajo. Emprendió la creación y luego la gestión de una radioeducativa escolar, movida por la percepción del poder educador de los medios de comunicación.
Ha recibido el Premio a la Excelencia Educativa otorgado por la Federación de Cámaras de Comercio del Mercosur. Actualmente es profesora en Maestrías en UCES y Directora de la Lic. en Periodismo de Universidad Maimónides

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