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Innovación, Recursos Humanos, Ubicación 2

Salida laboral para los pedagogos [1] del Siglo XXI. Dra. Ana Lamas

Los que me leen con frecuencia saben que me gustan los textos ficcionales, sean  poesías, cuentos, novelas u obras de teatro y que algunas me han inspirado para escribir artículos de actualidad. Por eso, sin pretender emular a los grandes literatos, les quiero proponer un ejercicio mental. Los invito a imaginar una empresa en la que todos los empleados estén motivados, comprometidos, deseen desarrollar  al máximo sus habilidades,  estén dispuestos a ofrecer sus propios talentos en el logro del objetivo organizacional y entiendan a su vez el valor del aprendizaje permanente. Esa es la empresa que los pedagogos pueden ayudar a crear. El propósito de mi reflexión está referido a la traducción real del ejercicio de imaginación, es decir, pensar en qué medida el pedagogo profesional podría colaborar en la capacitación de los empleados  y en la mejora de una empresa u organización en general.  Es probable que se pregunte el lector, por qué ahora. Una de las razones se vincula con la reconfiguración de las profesiones y  la toma de conciencia quienes gestionan, acerca de la necesidad de atender las demandas no solo personales y sociales  sino también las de capacitación de los que están en el día a día laboral.

Empecemos  por caracterizar las actividades que realizan los pedagogos o los graduados en ciencias de la educación. Se especializan en el aprendizaje de personas y grupos, tienen amplia formación psicológica, sociológica, andragógica[2] y están capacitados para diseñar, implementar y evaluar programas de formación y desarrollo. Hace tiempo, tales competencias parecían solo aplicables en instituciones educativas particularmente, las del sistema formal, aunque se utilizaban con adecuaciones a otras insitutciones no formales, incluso en editoriales, aunque no constituían la ocupación más frecuente.

 Si bien la especialización  “pedagogía empresarial” se discute en las universidades desde principios del siglo XX, fue en Alemania en 1932 que se la designa de ese modo. En una investigación, Mónica del Carmen Meza Mejía señala que: Tanto el modelo artesanal, como el modelo industrial nos remiten a las raíces históricas de la capacitación para el trabajo en la empresa, mientras que el modelo del aprendizaje organizacional nos lleva a la principal tendencia de capacitación para el trabajo en la empresa, frente al siglo veintiuno.  Idea que se completa con los temas del bienestar de los empleados que redundan en mejores servicios a los clientes por desempeñar sus tareas en ambientes contenedores y capacitadores. Sin embargo, aparecen desacuerdos ern torno a las bondades de la pedagogía empresarial, tal como lo expresa Claudia Figari quien considera que puede constituirse en un modelo de disciplinamiento laboral y social de los trabajadores. Si bien las posiciones contrapuestas siguen vigentes, advierto sin querer pecar de optimismo desmedido, una corriente que evidencia   una la pedagagía empresarial que  está dirigida al fortalecimiento  de las capacidades y potencialidades del individuo para sí y en relación con el entorno empresarial, según  lo advierten Cárdenas y Gómez en el libro Estado del arte en pedagogía empresarial 1990-2010). El problema no es de la pedagogía sino en todo caso, de la honestidad profesional de quienes la llevan adelante.

Es cierto que en la década del 90, se anotaron varias experiencias de la orientación pedagógica optimista dentro de las organizaciones, pero hubo factores concurrentes que la aceleraron, entre ellos, la creciente competencia en el mercado, la necesidad de mejorar la satisfacción del cliente y la disponibilidad de recursos de enseñanza más accesibles. Cuestiones que se fueron ampliando con las nuevas investigaciones y desarrollos tecnológicos que empujaron al rescate del aspecto humano integral. Los programas de entrenamiento  del personal empezaron  a ser considerados una forma de diferenciarse de la competencia. Esto se vio, al comienzo, especialmente importante en el sector de  las industrias como así también en la banca y las telecomunicaciones, por mencionar algunas, donde los clientes tenían una gran variedad de opciones para elegir. Los programas cubrían una serie de temas, incluyendo cómo comunicarse con los clientes, cómo resolver problemas y cómo construir relaciones sociales. Con el tiempo, incorporaron el componente práctico, en el que los empleados tenían la oportunidad de aplicar sus habilidades en un entorno simulado.

No es resultado de la casualidad, sino de una serie de demandas que las empresas supieron interpreter  y que llevaron a quiénes desarrollan diseños curriculares en el área de la pedagogía. Por ejemplo,  la Universidad Internacional de la Rioja  (UNIR de España) está trabajando ese nuevo perfil profesional para que sus egresados sean competentes para incluirse en el área de recursos humanos de diferentes organizaciones.  Las empresas que tienen éxito son las que se humanizan, por eso urge incorporar nuevas competencias al perfil de los pedagogos en las carreras universitarias que ayuden a trabajar en la capacitación de los empleados desarrollando habilidades para  identificar y desarrollar los talentos de cada uno, además de una buena comunicación con empatía, simpatía, colaboración.

En el mes de septiembre en que se recuerda al profesional docente en sus diferentes roles, maestro, profesor, rector/director, quiero recordarlos  y saludarlos especialmente, valorando sus distintos quehaceres vinculados a la educación formal, no formal y empresarial trabajando en la mejora personal, social y organizacional.


[1] Pedagogía es la disciplina que se ocupa de la educación. En varias universidades del país y del exterior la carrera se denomina ciencias de la educación, un poco para quitarle el aura que tuvo por influjo de algunas corrientes pedagógicas que la caratulaban preponderantemente como arte o vocación antes que como ciencia.

[2] Andragogía es la disciplina que se ocupa de diseñar estrategias para el aprendizaje permanente de personas adultas.

Ana María Lamas
Lic. en Ciencias de la Educación (UBA) y Dra. en Filosofía Y Educación con reconocimiento “Cum Laude”. Especialista en Ciencias Sociales y Educación a Distancia.
Docente y directiva en el nivel secundario y universitario. Dictó cursos y seminarios sobre su especialidad en Argentina, América y Europa. Publicó artículos en revistas científicas en el país y en el extranjero.
Escribió libros académicos y de divulgación científica referidos a educación, nuevas tecnologías, juego y trabajo. Emprendió la creación y luego la gestión de una radioeducativa escolar, movida por la percepción del poder educador de los medios de comunicación.
Ha recibido el Premio a la Excelencia Educativa otorgado por la Federación de Cámaras de Comercio del Mercosur. Actualmente es profesora en Maestrías en UCES y Directora de la Lic. en Periodismo de Universidad Maimónides

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